En nuestro lecho,
el tiempo se detiene.
Y en el filo de nuestra
erudita pasión
nuestras bocas
se besan extasiadas;
Besos dulces, suculentos,
que al conjugarlos
con caricias incitantes
nos llevan a encontrar el éxtasis.
Haciendo el amor con gran placer
te nombro con la voz entrecortada
Y en esos momentos
mi deseo por ti
se transforma
en pasión incontrolable
que me lleva al frenesí.
Deseos vehementes
caricias candentes,
dos seres que se aman sin recato
llegando extasiados al clímax
en cada encuentro amoroso que los une.
Piel con piel, alma con alma
gemidos entrecortados
en una habitación
alumbrada a candilejas.
Éxtasis exquisito,
en la cama sentimos
Y cada vez que vos y yo
hacemos el amor...
Mi deseo se transforma
en un amor a flor de piel
Que con el transcurrir de los días
se hace más inmenso
en mi alma enamorada.
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