¡Si vivieras, abuelita,
podría contarte tantas cosas!...
Me haría niñapara recostarme en tu regazo,
y, sintiendo tu manosobre mi cabeza,
te hablaría de mis penas y fracasos.
Entre frase y frase,lloraría a ratos;
y tú, con tus tiernas manos,
sabrás enjuagar dulcemente
mi sentido llanto.
Tú me hablaríascon la cordura inherente en ti
y, cual bálsamo eficaz,
tus palabras sanarían mi alma,
pues tus palabras... abuelita,
supieron siempre consolarme:
mi espíritu pasaría
de la inquietud a la calma,
del desaliento a la entereza,
de la desesperación a la esperanza,
de la incredulidad a la fe,
de la tristeza a la ilusión,
del desengaño a la confianza...
Quedaría dulcemente dormida
al arrullo de tus frases hermosas.
¡Si vivieras, abuelita......podría contarte tantas cosas!...
No hay comentarios:
Publicar un comentario