Los besos que tú me mandas,
aunque saben a pecados
yo quiero seguir pecando,
De pensamiento y palabra.
Volar como un pajaro
hasta encontrar tu mirada
y posarme como mariposa,
Sobre tu pecho.
Pienso el calor de tus brazos
y me entra escalofrío,
de pensar que esos brazos
por fin, solo serán míos.
Vivo adherida a unos sueños
como naufrago en el fondo
de un océano inmenso,
a la espera de un milagro.
Que lo pueda hacer flotar.
Arriando nuevas velas
y surcando por la mar,
¡en busca de aquella estrella,
Que se va quedando atrás!
Difuminada en la noche
y cansada por la edad,
¡Que será de nuestra estrella!
¿Quién la acariciará?
Con tus manos y las mías,
volvería a brillar,
¡Ese barco que está hundido!
En el fondo de la mar.
Tú y yo ¡nacimos para soñar!
Con las rosas con el viento
y con las olas del mar,
con olivares y pájaros
y con podernos besar,
aunque sea en el infierno
amar, SIEMPRE AMAR....
No hay comentarios:
Publicar un comentario