Amor mío, luz para mis grises mañanas y bello suspiro presente en mis latidos..
Así empiezo a escribir esta carta de amor guárdala mas que nada en tu corazón, que es allí donde yo quiero estar. Parece que los días más difíciles son cuando estamos cerca de hacer realidad nuestros sueños, y sé nos va haciendo el tiempo algo lento y también ansioso.
Te he extraño mucho, no sabes cuánto, pero siempre hallo la manera de poder tenerte presente: en tristes y hermosos pensamientos en momentos de soledad, en cada escrito que dedico a tu bella persona, o en los suspiros que en mí provocas cuando mucho en vos pienso.
Te necesito tanto, no sabes cuánto... que me abrigo y me aferro a la posibilidad de que un día no muy lejano todas estas tristezas lleguen a su fin cuando habremos acabado este largo camino por estar juntos como queremos.
Ya conoces mis sentimientos ya no pongo trabas a mi corazón me dejo envolver por tu suave amor, por las caricias que das a mi corazón y a la vida misma, mis cartas siempre serán las de siempre, las que traigan alegría a tu corazón, sé muy bien que esto te hace bien, a mí también aunque vos ya estás segura que, mi amor te pertenece entero.
Se acercan las hojas del calendario, se acercan los días que pueda leer estas mismas cartas que escribo en un rincón de mi cuarto. Aquí es donde te pienso, te sueño, te deseo, no sabes cómo ansío tocar tu piel, saber a qué huele tu cabello, amarte sin miedos, sin reproches, sólo amarte porque sos mi amor de siempre... nunca esperé (o sí lo esperaba) lo que tanto soñé para mí, pensaba que lo que uno espera casi nunca llega, pero no mi amor, sos real, estás allí para mí, para compartir mis soles, mis lunas, mis estaciones.
Tengo muchas palabras para vos, tantas que podría tener una biblioteca con mis cartas, y poesías, todas ellas inspiradas por vos... y suspiro, porque sé que mis letras se cruzan con las tuyas y somos dos para amar y uno para crear. Somos eso y mucho más amor, dueño de mis días y mis noches, luz de mis pensamientos, agua fresca en mis días de calor, calidez cuando siento frío, sos el abrazo que necesito cada mañana para levantarme y saber que tengo un buen amor, el mejor de todos, nadie es como vos, nadie te ama como yo.
Me despido amor, no sin antes decirte que siempre te escribiré, no dejaré de hacerlo, cuando un día llegue que nuestro cabello esté blanco como la nieve y nuestros movimientos sean torpes, nos sentaremos a recordar estas cartas que estarán amarillas por el tiempo, pero para nosotros será como leerlas el primer día.
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