lunes, 4 de agosto de 2008

ANOCHE


Anoche rodeados de esplendor azul

Nos amamos sin límites, ni enigmas.
Elegiste la música, se escucho lejana,

Como si proviniera de la luna, las estrellas

Tan armónicas y diáfanas eran sus notas.

Cayeron los colores al suelo

El azul y el gris se abrazaron.
Mientras rodeábamos

Nuestros cuerpos con caricias

Plenas de intensa pasión.

Desapareció el mundo

Su actividad, los sonidos,

Flotando sin tiempo ni espacio

Nuestras pieles se unieron.

La música anido en los cuerpos

Creamos una salvaje sinfonía.

Unidos subimos laderas

Resbalamos por profundos valles,

caímos como en cascada

Flotamos sobre un sereno lago.
Devoramos la noche

En los espejos de nuestras miradas.



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